Powersolo.

Los hermanos Railthin llevan casi 20 años tocando canciones que nos remiten a las recopilaciones de Las Vegas Grind y Nuggets, al blues, al rockabilly, al punk, o al rhythm & blues. Estos daneses se hicieron conocidos gracias al buen gusto de Jon Spencer a la hora de elegir a sus músicos para Heavy Trash, con los que han hecho de banda en numerosas ocasiones.

A finales del 2.017, Bo ha decidido dejar de subirse a los escenarios, pero Kim, con el acompañamiento de otros 2 musicazos (componentes de Giant Sand, Howe Gelb o Hall Monitors) sigue transmitiéndonos su pasión por los sonidos de los años 50, 60 o incluso los 70.  Todo cabe en su música, incluso un punto de locura que les aporta mucha originalidad en unos estilos que no son muy dados a la misma.

Ave Alcaparra

Tienen en su música algo de estridencia, de aspereza, de rotura. Sobre todo en la parte delantera de su primer disco. Y, sin embargo, su punto de partida bien podría ser el punk de toda la vida (escúchese por ejemplo Atentado en el 44). Una voz furiosa o chulesca, unas guitarras cortantes y unos tambores secos-secos.

Y junto a la actitud punk también una parte garajera, de rocanrol básico (Akelarre de octogenarios). De modo que conviene un par de escuchas para hacerse con las canciones de Jorge Coy (letras), Miguel Navarro (melodías) y Adrián. La temática de sus composiciones muestran descontento y cansancio ante la Sociedad por su individualismo y enfrentamiento potenciados (No tienes elección, muere o piensa como yo). Letras con un enfoque propio, incluso refugiándose en la ironía para no quedarse con tan mal sabor de boca: Yo soy neoliberal, solo quiero mi cama y sobar / El criterio y el periodismo han huido al exilio. Palabras orientadas a no callar. © LCdP 2021

Higinio

«Higinio se había ido para siempre otra vez. Probablemente era más una cuestión de llevar muchos ritmos vitales a la par, lo que la mayoría de las veces le producía tremendas disonancias, codo de atleta, pie de tenista y largos periodos grises siguiendo una estricta dieta de morcón y poemas. Pero cuando esos ritmos coincidían no había nada que se le pudiese comparar y regalaba a los testigos raros momentos de felicidad y gratos recuerdos por su intensidad. Remo estuvo allí en esos momentos y supo que eran lo mejor que le habían ocurrido jamás, y que, sin duda, volverían… y por fin en tus manos, como salidas de una cápsula del tiempo, tienes las canciones que lo hicieron posible. Siguen tan crujientes y saltarinas como el primer día, ¡disfrútalas!» HIGINIO